sábado, 12 de septiembre de 2009

Fresa y limòn

A cierto punto dejé de escucharlo.Desde que habìamos entrado en el supermercado se enredò de una manera extrana en esa absurda polémica sobre las fotos de un amigo comùn.Me repetìa sin cesar que esas fotos no daban informaciòn de la persona,y que para una pàgina de ésas,no servìan.Que parecìan fotos sacadas por Salgado a las puertas de Rochinha,una de las favelas màs populares de Rìo.
No sé còmo ni por qué siempre acababa hablando de su tierra.Hizo un descanso en su discurso acelerado y sin mirarme me dijo que se acercaba para coger un rollo de papel para el horno,y se hizo el silencio.
Compré illy ,medio kilo y dos yogures de fresa con tropezones de limòn,y llegò él.
-Hay que ensenar polla,eso es lo que estimula a los maricones,una buena polla,de esas que se cogen con dos manos y parece que aùn se te va a escapar.
Lo mandé callar.Solìamos hablar en italiano,aunque cuando terminàbamos peleàndonos la lengua de primera elecciòn para mì era el espanol,y la suya, el portuguès,pero con acento véneto,que no sé como lograba eso,pero como siempre querìa ser diferente a todo lo que le rodeaba,le salìa esa rara combinaciòn.'El siguiò dale que dale hasta la caja ocho.
Empezò a dejar sobre la cinta las cosas que habìamos comprado,sin dejar de darme mil y una razones sobre la tonterìa de hacerse ese book,de fotos de arte y ensayo ,como decìa él,pero que no servìan para lo que tenìan que servir.Yo metìa las cosas en las bolsas que me dio la amable cajera sin decir ni pìo.Y de repente suelta-esto no es nuestro senorita!-,eran mis yogures de fresa con tropezones de limòn.Son mìos,dije soltando una carcajada desenfadada,me mirò y me dijo que tenìa la cabeza a las tres de la tarde.Luego me dijo en espanol,que la cajera parecìa que llevara peluca.Pagué y nos fuimos.Pollas,pollas,eso es lo que hay que dar a estos maricones,siguiò relatando.Sonò su mòvil,la melodìa tranquilizante del Calling you de Jevetta Steele.Se parò,dijo oi!.Era su madre,y se enredò entre los notas que salìan de su lindo portugués.No hubo màs pollas en lo que quedò de dìa.

viernes, 17 de julio de 2009

Este amor no se toca

Venìan unos amigos a tomar unas copas ,acabàbamos de estrenar el àtico,y la terraza invitaba a pasar una noche tranquila charlando y hablando mal de todos nuestros conocidos.Juliansito y yo estàbamos terminando de cenar.
Juliàn fue mi ùltimo novio mexicano.Me habìa hartado de vivir como el tìpico personaje femenino de pelìculas del Indio .
Los tres mexicanos que habìan pasado a formar parte de mi vida,los tres tenìan ese orgullo tan arraigado de los mexicanos de haber liderado una revoluciòn,remachos,compadreando todo el tiempo,pero que a la primera de cambio ,se volteaban con cualquiera,menos conmigo,que lo deseaba y lo buscaba sin anhelo cada noche.
Ensalada de aguacate fue el ùltimo plato que Juliansito,como lo llamò siempre su madre,y sus tres hermanas,preparò para mì y para èl,y acabàndolo hice un leve comentario,sobre el tema que habìa tocado él,mientras tomàbamos la merluza.Los ex.Tema que él sacaba cuando algo no andaba bien en su estòmago,y por ello pensé que la merluza no estaba buena.
Me hablò de nuevo de Yuri,su primer ex.Ingeniero espacial,como su abuelo,que habìa estudiado en Moscù.Repetìa hasta la saciedad que su abuelo habìa conocido a Frida y a Diego,incluso que perdiò la virginidad con esa loca italiana llamada Tina Modotti.Yo comìa en silencio,la merluza era fresquìsima,la habìamos comprado en el mercado.Todos los mièrcoles del mes ,la merluza en el mercado està viva,y por ello,cuando nos apetecìa pescado,nos acercàbamos a comprar medio kilo.
Y sin poder controlarme ,me harté,y le hablé de él.En todas las parejas hay un tema tabù,en el nuestro era un hombre,Jesùs.Mi ùnico polvo extraconyugal,del que yo me habìa arrepentido,y vagaba con la pena ,como una Maria Candelaria cualquiera.'El se encargaba de hacer que me sintiera asì.Guardò silencio,y me esperé lo peor.
Nuestros amigos llegaron y lo que podìa haber sido una noche de rones y critiqueo,fue una versiòn hard de Quién teme a Virginia Woolf?.Al dìa sguiente hizo sus dos maletas y se fue con su madre al D.F.
Hala,que tranquilo me quedé.

sábado, 11 de julio de 2009

El hijo de Rosita la Soltera

'El me enseñò a pintarme los labios,y los ojos,miràndome en el espejo ,como lo hacìa él.Ponìamos discos de Marifé y la Guillot ,mientras los pastelitos de leche frita se enfriaban en un mar de azùcar,en la cocina,junto a un bucarito de agua fresca.
Su madre ,Rosita,dormìa la siesta los dìas de tanto calor,y nosotros pasàbamos la tarde maquillàndonos y desmaquillàndonos,como dos mujerucas de la calle.
Yo tenìa ocho años y él era ya mayor.Maribel , me decìa que era su verdadero nombre,y no Antonio,como lo solìa llamar su madre,las vecinas,la gente del barrio y mi madre.
Hoy he vuelto a recordar aquellas tardes de dulces y carmìn .He vuelto a recordar a Rosita y a su hijo,muy mayores,cogidos del brazo,cuando la edad se confundiò en sus cuerpos,y ya no eran ni madre ni hijo,sino dos confidentes de su propio pasado,que esperaban un mismo futuro.

miércoles, 8 de julio de 2009

Gi_OttO

Hoy comentò Emilio Fede en Italia1 ,que mientras los presidentes de los estados presentes en el G8 hacìan su primera reuniòn,las mujeres visitaron al Papa...
Y digo yo,por qué ,estas mujeres, no se han ido a los pinares que hay cerca de Caracalla para pasar el dìa sentadas en la hierba,hablando de sus cosas,terminando ese punto que se les resiste ?.Y la Merkel ,qué dice de todo esto?.Y la mujer de Zapatero ,habrà ido al Vaticano?.
Y el marido de la Merkel...?

Agua en los pies

Esta manyana llegué a casa con los pies mojados.Me acordé del final de Breakfast at Tiffany's y reparé que la lluvia en el cine no moja.Mi J. dormìa en calzoncillos blancos,un espectàculo precioso de ver.Se habìa ido la luz y los ventiladores estaban callados y distantes.Me desnudé,me sequé los pies y me eché en la cama.Abracé a J. por detràs y él se moviò ,alejàndose de mì.El calor no dejaba espacio para el amor.

lunes, 6 de julio de 2009

La Extraña Infancia de Doña Coronaciòn Brecht

A Corito le entraron los demonios.Su abuela fue la primera en notarlo, porque ya lo habìa visto en su familia otra vez,cuando era jovencita.Una mañana ,insòlitamente fresca ,de agosto y soleada, Corito empezò a hablar en una lengua desconocida para la familia:
-Der Mensch ist erst wirklich tot, wenn niemand mehr an ihn denkt...
La chiquilla estaba la mar de tranquila, y lo pronunciaba como si supiera qué decìa.Nada de hacer mojigangas y de poner los ojos en blanco.No,ella tomaba tranquilamente su tazòn de leche con pan migaito y repetìa aquella frase.
Llamaron al cura,don Antonio y a don Juliàn,el maestro.Y no habìa duda,era alemàn,y don Antonio se atreviò a decir que Corito tenìa acento de Duesseldorf,porque el pàrroco habìa organizado la primera expediciòn de emigrantes a Alemania ,el año anterior.Hablò con el obispo y ràpidamente organizaron un exorcismo de urgencias,para sacar el demonio alemàn del cuerpecito de la chiquilla,pero cuando llegaron a la casa,sòlo los esperaba la madre,que habìa decidido dejar el demonio donde estaba,porque no hacìa ningùn mal ,sino màs bien, todo lo contrario.Y que habìan pensado presentarla a los estudios de cine en Madrid,porque una niña tan chica hablando asì alemàn ,sòlo podìa ser artista.

sábado, 4 de julio de 2009

La Sandìa

Yo habìa ido sòlo a comprar mortadela.Me habìa encaprichado aquella tarde y bajé exclusivamente para eso.
Cuando llegué al supermercado vi que habìa unos melocotones estupendos,y unas cerezas carìsimas ,pero gordas como pelotas de ping pong.En la ùltima caja,una mujer escuàlida ,casi trasparente, se lamentaba con energìa ante la cajera apàtica.
Estuve mirando el pescado fresco,pero ya no habìa nada que llamara mi intenciòn y me dirigì directamente a los congelados,para llegar a la caja donde estaba aquella mujer.Ella seguìa allì e insistìa sin éxito.
-Yo soy una mujer sola,y no puedo cargar con esta sandìa.Es que no tenemos derecho las mujeres que vivimos solas a comer sandìa?.Qué culpa tengo yo que mi marido me dejara al quedarme seca como una rama?.Es que me merezco también el que me hayan quitado los ovarios?.Ustedes me llevaràn a casa esta sandìa,porque yo no puedo.
La cajera negaba con la cabeza y le explicaba con esa cortesìa aséptica de algunas vendedoras que si no hacìa una compra superior a ochenta euros,no se la llevarìan a casa.El hecho me enterneciò y me animé a ayudarla,pero yo tampoco podìa con semejante sandìa.